Sobre Zvonimir Katalenic
Hay tantas cosas para decir de Zvonimir Katalenic, ese croata
de mediana edad y mirada azul flameante, que conociera en el año 69 cuando
éramos unas 2000 almas en toda la comarca, que no se por dónde empezar.
Creo que lo primero que viene a mi mente es su rasgo más
notable: trataba de vivir lo que decía, y lo que decía era: "que
palabra, pensamiento y acción sean una sola cosa".
Si pensamos un
poco acerca de lo que este principio significa nos damos cuenta que reúne toda
la sabiduría universal. Y él, más allá de ser un artista poeta y pintor, un
académico erudito versado en historia, filosofía y letras, una persona permanentemente
actualizada, un pensador racional, un ser sensitivo y hasta pasional, era por
sobre todo un hombre honesto intentando incansablemente vivir lo que creía y un
ejemplo exepcional para los que tuvimos la suerte de compartir su amistad.
Se llamaba a sí mismo gandhiano y lo era, haciendo una vida
de una sencillez espartana. Gracias a él conocimos la India y su filosofía, a
Gandhi, sus enseñanzas y su revolución no violenta, a Lanza del Vasto y su
comunidad y supimos que era posible vivir de otra manera.
Fue un maestro para todos nosotros, su recuerdo es como un
faro en nuestras vidas, no he conocido a otra persona así y doy gracias por
tener la oportunidad de recordarlo aquí.
Adriana
Ottone, septiembre de 2000.