"El mayor desafío es formar cooperativistas"
Ricardo Martin, director de Cooperativas. Bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo se creó una dirección que vela por la buena salud de las empresas de la economía social. Un universo tan diverso como la topografìa de Río Negro. De la cordillera a la costa, más de cuatrocientas realidades distintas.
En Río Negro hay 394 cooperativas y 69 mutuales. Un mundo muy amplio y diverso que va desde las empresas sociales que brindan servicios hasta cooperativas de producción y trabajo. Tan variado como el territorio que habitan, desde la Cordillera al mar, desde la fertilidad de los valles hasta la dureza de la Línea Sur. Y con problemas tan distintos que hay que mirar con lupa una a una. Para ello, a nivel provincial existe la Dirección de Cooperativas que, por decisión de la Legislatura, a partir de noviembre quedó bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo, ya que antes dependía del Ministerio de Producción. Desde ese momento, asumió como director, Ricardo Martin. Desde el otro lado del teléfono asegura que hoy, “el mayor desafío que tienen las cooperativas es formar cooperativistas. Es un desafío porque muchas veces las personas se juntan por la urgencia de una necesidad económica y no alcanzan a entender en el fondo hasta dónde pueden llegar.”
Para que esto sea posible deben darse dos cosas. Por un lado, que las cooperativas existentes gocen de buena salud y para ello se está en un proceso de recuperación. Y, por el otro, desterrar en la mentalidad de muchos, tantos años de políticas económicas que instaban al individualismo y el sálvese quien pueda.
Por cada problema, una solución
“Hay que analizar zona por zona, problema por problema”, dice Martin antes de empezar a hacer un diagnóstico de cuál es la situación del sector. “Los problemas que tuvo Bariloche con la ceniza hizo que Desarrollo Social de Nación decidiera implementar el programa Argentina Trabaja que no estaba en toda la Patagonia y no lo hizo en el resto de la provincia –cuenta-. La Línea Sur también fue afectada en el sector cooperativo ganadero por lo que recibió una fuerte ayuda del gobierno nacional a través de la Federación que existe allí. El Alto Valle tiene un sector cooperativo que en su momento fue motor del empaque y la exportación de la fruta y que atravesó momentos muy difíciles a raíz de las políticas económicas implementadas, estamos intentando recuperar esas cooperativas y ponerlas en marcha, hay una prueba piloto con la cooperativa Colonia Choele Choel de Luis Beltràn. El error principal de este tipo de cooperativas fue no abrirla a nuevos asociados y se quedaron sin productores. La zona de la costa también tiene sus particularidades, hay una serie de cooperativas en el rubro hortícola que están surgiendo.
A cada cooperativa, de acuerdo a la problemática, hay que buscarle una solución o hay que ponerlas al día. En el caso de las cooperativas 3026, que fueron hechas para un trabajo específico, cuando ese trabajo se terminó y no hubo continuidad, se cayeron. El INAES cada tanto hace un relevamiento y nos informa que si esa cooperativa no presenta sus balances, su documentación, le dan de baja.”
Desde la Dirección de Cooperativas están tratando de revertir la desilusión existente en aquellos cooperativistas que sufrieron políticas anteriores de destrucción o no tuvieron acompañamiento del Estado. “Con las cooperativas de trabajo pasó que desde Nación les hicieron una matrícula y no les dieron instrucción. Esa gente tuvo un fracaso y hoy, cuando los vas a ver, te dicen que no, que no tuvieron éxito. Después hubo un mal uso del cooperativismo en Río Negro, donde se hicieron cooperativas de trabajo que no respetaban los principios cooperativistas, eran cooperativas que funcionaron como mano de obra barata de unos empresarios. Hoy, desde la Secretaría de Trabajo se está tratando de revertir esa situación. La gente que pasó por ellas, que no les hicieron aportes, que no tienen antigüedad, no tenían aguinaldo, ni vacaciones, ni nada, sólo se conformaban para trabajar unos meses en empaque en la zona del Valle, se llevaron una mala imagen de las cooperativas.”
Mientras, en la Línea Sur, “lo que está sucediendo con las cooperativas telefónicas es que con lo que recaudan no les alcanza para solventar los gastos, y hay que darles una pronta solución. Ese problema lo tienen casi todas las cooperativas de servicios, que hay que estar subsidiándolas, lo que se trata es que de intenten cubrir sus costos para que el servicio continúe, que busquen otras actividades que den ganancias para cubrir aquello que les da pérdidas.”
A la par del Estado
Desde no hace mucho tiempo, algunos municipios están reservando parte de las obras públicas para las cooperativas de trabajo y mucho del dinero destinado surge de programas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Siempre y cuando as cooperativas estén en orden. “Cuando un municipio quiere hacer viviendas a través de las cooperativas de trabajo, si esas cooperativas no están en orden, no tienen su balance, no tienen sus asamblea, no tienen sus autoridades, no tienen su cuenta bancaria, su inscripción en AFIP o Rentas, esas cooperativas no pueden funcionar. Hoy en día existe un programa que lo hace el Ministerio de Desarrollo Social, que tiene que hacer cooperativas para que la gente en vez de recibir subsidios, reciba un ingreso y trabaje. Esas cooperativas tienen que estar en orden”, reconoce Martin.
“La particularidad que tenemos es que el cooperativismo y el mutualismo nunca trabajan en forma aislada, siempre están o ligados a los municipios, o ligados a las cámaras de productores, a sindicatos, o empresas de servicios. Siempre con el Ministerio de Obras y Servicios Públicos, a veces con el de Educación, a veces con el de Salud –en el caso de las mutuales-. Si bien, desde la Dirección de Cooperativas nos encargamos del control o del fomento del cooperativismo. Las cooperativas están ligadas a otros programas que nosotros no tenemos nada que ver, tenemos la responsabilidad que esas cooperativas funcionen correctamente si no esos programas no se pueden aplicar.”
Creando cooperativistas
Si para que la economía social funcione se precisan cooperativas que gocen de buena salud, también es cierto que deben desarrollarse en una comunidad que entienda cuáles son los principios que rigen a las empresas sociales. Recorriendo ese camino desde la Dirección de Cooperativas, “se creó un convenio con el Ministerio de Educación para que en los distintos colegios se enseñe lo que es el asociativismo, que los chicos conformen cooperativas y mutuales de ejemplo –cuenta Martin-. También tuvimos acercamientos con la Universidad del Comahue y con la de Rio Negro y con otros institutos y especialmente con las federaciones, porque sabemos que solos no lo podemos hacer.”
Martin cuenta que están manteniendo reuniones con los legisladores y con los intendentes. “Las cooperativas tienen que trabajar muy ligadas a las municipalidades sobre todo las de trabajo –reconoce-. Y si bien nosotros no manejamos fondos sí sabemos dónde están los fondos para que ayuden a las cooperativas.”
Hubo un mal uso del cooperativismo en Río Negro, donde se hicieron cooperativas de trabajo que no respetaban los principios cooperativistas, eran cooperativas que funcionaron como mano de obra barata de unos empresarios. La gente que pasó por ellas se llevó una mala imagen de las cooperativas.